Felipe VI, el Grinch real

Doce minutos de mensaje y sólo 30 segundos dedicados a la Navidad que felicita con el gesto que ha protagonizado todo su discurso: el de la rectitud (no os desviéis o pasarán cosas muy malas). Como ya es tradición, breve análisis de la comunicación no verbal del mensaje (no) navideño del monarca español.

lenguaje escénico

Localización Tradición, costumbre, comodidad o hastío. Llamémosle como queramos, pero una vez más el mensaje se ha registrado en Zarzuela, en el salón de audiencias. Sólo un año se atrevió Felipe VI a cambiar de localización y el tiro le salió por la culata porque pasó de lo rancio a la ostentación insultante del Palacio Real.

Sentado No es necesario salir de Palacio para dar la sensación de que te esfuerzas en que el mensaje navideño resulte más actual que el de tu padre hace 30 años. Sólo con ponerse de pie ya habría cambiado el tono del discurso. De un rey siempre en reposo a un rey activo, habría algo de movimiento. Ahora, un mensaje de pie (sin escudos donde esconder el cuerpo) es mucho más complicado a nivel gestual y no cualquiera se atreve… El Preparao, dicen…

Foto Siempre hay que jugar a adivinar que foto ha querido destacar (cuando simplemente podría ponerla más grande y evitar que nos quedáramos ciegos descifrando el enigma); pero este año todos teníamos claro que haría referencia a la jura de la Constitución de Leonor y ha sido más fácil. Pero hablemos de ese horrripilante marco negro que desentona con todo el mobiliario y decoración de la sala. El marco constitucional no encaja con el ambiente, Majestad. 

Y el Belén? Por lo que sea, no ha mencionado en ningún momento la guerra en Gaza. Quizá por ello también ha considerado que era mejor que el Belén pasara prácticamente desapercibido en comparación con el árbol que toma todo el protagonismo decorativo navideño. Lo de las banderas es que me remata. Eres el rey y eso ya representa a la bandera y al resto de símbolos que identifican al país. ¿Habéis visto nunca a Isabel II o Carlos III haciendo un mensaje Navidad con la bandera detrás? No, porque sería reiterativo. Cada año lo explico y ni caso. En fin…

Luz Está bien incluir una lámpara para que de calidez e indique visualmente que se trata de un momento de reflexión. Pero sigo sin saber si las dos lamparitas estaban encendidas (si es así se les estaba acabando la pila) o apagadas.

Despedida Al acabar el mensaje, cinco fotos de Leonor, Sofía, Letizia y Felipe saludando a la gente. Pretendían transmitir cercanía sin caer en la cuenta que en las cuatro fotos el vulgo está a un lado y ellos al otro… Agradezco la quinta foto de los reyes en la Coronación de Carlos III, ya no recordaba de la cosa esa que se había puesto Letizia en la cabeza y me he echado unas risas.

 

lenguaje corporal 

Puñitos fuera Bueno, hemos mejorado muchísimo. Ya no hay puñitos (de agresividad, frustración) en el mensaje navideño. Los ha sustituido por el gesto de rectitud (manos y brazos en paralelo con los dedos apuntandohacia delante). Todo, absolutamente todo, pasa por encauzarnos. Para que todo vaya bien, no hay que salir de los límites que marca el camino señalado por el monarca (aunque la ruta la veo estrecha para que quepamos todos). De hecho, cuando señala que «la constitución es abierta», la distancia entre sus brazos todavía se acorta más… 

 

Derecha o izquierda El discurso sólo ha tenido 3 gestos que se han ido repitiendo. El de encauzarnos que acabamos de comentar; el de calma (palmas manos hacia abajo) que ha utilizado también cuando se ha referido a la «imposición» (hay gente que debería hacerse mirar estas incongruencias gestuales); y el de una mano para señalar izquierda o derecha. Según el adjetivo o el concepto que verbalizaba, empleaba una mano u otra. Por ejemplo «el germen de la discordia» lo representa con la mano izquierda; pero «la libertad» con la derecha. «El Estado» es de derechas y «las comunidades autonómicas» de izquierda. Mientras defendía «En España todo el mundo tiene derecho a expresar y defender sus ideas» mantenía el gesto central de encauzarnos (por aquí); pero cuando matiza que debe ser «con respeto a todos los demás», señala con la mano derecha…  Lo mismo ha ocurrido cuando se ha referido a la Constitución (centro) y cuando ha verbalizado «España» (derecha).

Felipe VI o el Grinch No deja de sorprenderme que en un mensaje navideño de 12 minutos (con sólo 3 planos) sólo se dedique 30 segundos a felicitar las fiestas. Gestualmente recurre también a la rectitud, tanto para desear una «feliz Nochebuena» y «feliz Navidad» (nunca he visto un espíritu menos navideño, de verdad). Entiendo que pueda referirse a asuntos de interés e incluso pueda abordar problemas que afecten a la ciudadanía; pero para ello no hace falta obviar el motivo del mensaje. Es más, los mensajes de otras Casas Reales enlazan perfectamente los valores de la Navidad (paz, esperanza, solidaridad) con el análisis social y político. Además, lo hacen siendo inclusivos con otras creencias y respetando la libertad de culto. El discurso sobre el respeto a la Constitución me hubiera parecido conveniente (y valiente) durante las concentraciones en Ferraz, pero en Nochebuena…

Yo, el rey Lo hizo hasta 3 veces y casi me caigo de la silla, no daba crédito. Un monarca hablando de «el rey» en tercera persona (porque se refiere a la institución) pero señalándose con las dos manitas como cualquier criatura de 3 años de edad que aún no tiene clara su identidad. Pobrico, mío. Un rey no tiene necesidad ninguna de presentarse, un monarca emana tanta majestuosidad que es imposible que nadie (y menos él) crea necesario reivindicarse. Os confieso que en este momento me provocó incluso ternura, ¿pero quién demonios los prepara para reinar? ¿Otegui?

 Lenguaje indumentario

Azul La elección del color de la corbata puede ser para combinar con sus ojos, como homenaje a la princesa de Asturias o reivindicación del PP. Estaba bastante correcto estilísticamente, sólo me parece muy raro que el borde del cuello de la camisa se viera bajo el nudo de la corbata.

Cuadriculado  Por un segundo, creí que había combinado las rayas de la camisa con lunares en la corbata y pensé «qué modelno el Felipe». Pero no, eran cuadros. Cuadros y rayas. Bueno, a ver, es lo que hay.

1282 810 Patrycia Centeno