Se llamaba Paca, se parecía a Esmeralda de la peli de dibujos del Jorobado de Notredame (aunque envejecida) y nos amenazó con «persuadirnos y seducirnos». Era una profesora de la facultad de periodismo de la UAB y durante aquel semestre de 2003 no se quito la pegatina del «NO A LA GUERRA» para nada. Hoy, Gaspar Llamazares ha vuelto a revivirme aquel extraño y complejo año cuando ha optado por recuperar el cartelito y colgárselo en su americana. Si se lo va a dejar ahí mucho más tiempo, sería ideal encontrar un sistema menos rudimentario. Aunque un mejor broche (por lo menos algo más positivo) sería un «Sí a la Paz».
Con el fondo oscuro del traje, apenas se lee.
Debewría cambiar el color del traje.
Me viene a la memoria aquellos versos de Cabral.
» Un negro en la nieve es un blanco perfecto»
¡ Ay Llamazares! que mal andais.