No me cansaré jamás de decir que para ser atractiva no hace falta ser guapa. Un ejemplo perfecto es la actual directora del FMI, Christine Lagarde. No hay día en que no presuma de chic francés en cualquier parte del mundo. Ayer, en Japón, posó así. Lejos de achicarse ante la uniformidad de sus compañeros, Lagarde destacó con un bello vestido blanco y tomándose su tiempo para ladear sus piernas al sentarse. El color de su vestido no era casual. Si hace unos meses se servía de su propio bolso para referirse a la crisis, el blanco de su estilismo le sirvió ayer para contestar a los manifestantes que protestaban en contra de los «Men in Black» del FMI y el Banco Mundial. Lagarde dijo: «Nos llaman los hombres de negro pero yo voy de blanco».
Es una señora elegante (ya se ve que es parisina). Su pelo blanco la hace más atractiva.