Gispert critica el informalismo de la CUP

Cuando he contemplado esta mañana el pantalón que llevaba hoy la presidenta del parlament de Catalunya para la primera ronda de contacto con los distintos líderes que conformarán la cámara la próxima legislatura he pensado: «¿Cómo se atreve esta mujer a salir de casa con esas pintas?».  Lo que aún no sabía es que Núria de Gispert había tenido la desfachatez de criticar la indumentaria de los diputados de la CUP. Los integrantes del partido independentista y de izquierdas suelen adoptar un look contestario -totalmente coherente y se me apuráis, bueno para cualquier democracia plural y rica que se precie- rechazando el uniforme convencional de  traje-corbata para apostar por unos  jeans y camisetas pancarta. A la democristiana, sin embargo, se le antoja que «la dignidad de la institución requiere una formalidad diferente». De todos modos, igual que con su ropa, Gispert -que recordemos, posó disfrazada de hada madrina para El País – ha pretendido seguir siendo políticamente -supuestamente- correcta: «Personalmente no me molesta como vistan los diputados». En fin, siempre habla el que no debe.

Hoy el líder de la CUP, David Fernández  se ha decantado por un jean claro y una chaqueta chandalera rollo Decathlon -ojo, chicos con el tipo de tejidos y firmas que utilizáis… me refiero a que estaré pendiente de que cumpláis las normas ecoéticas también en vuestro armario- para reunirse con Gispert. Sólo por el atrevimiento y la ruptura, ¡olé! (bueno, esto quizá para él sea demasiado españolista… le dedico mejor un «!renoi!»).

Gispert y Fernández en su encuentro de hoy.

 

Una mujer que se pone un jersey "yo lo que quiero es que me coma el tigre" para su reelección como presidenta del parlament no creo yo que pueda dar demasiadas lecciones sobre formalidad y dignidad indumentaria.

 

150 150 Patrycia Centeno
1 comentario
  • Juzgar a la gente por la vestimenta esta muy mal, pero es lo que hace la gente de las CUP, se creen más de izquieradas por ir asi vestidos, cuando la izquierda de verdad, la que lucho en la guerra, iba bien vestida. La vestimenta se ha de adaptar al sitio y al acto, y sinceramente, me parece que ir vestidos al parlament vestidos igual que como ir a buscar bolets, es una falta de respeto, de conocimiento y de principios.

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