Las fiestas navideñas ya están cerca y la primera dama de EEUU ha empezado a hacer alarde de su armamento indumentario. Si para dirigir la decoración de la Casa Blanca se decantó por un vestido negro y cuello blanco de Jason Wu, para una recepción en el Centro Kennedy y para celebrar el Hanukkah optó por el azul.

Paseando con Bo, el perro familiar, la primera dama da un poco de miedo en esta fotografía.

Las tonalidades del vestido de Erikson Beamon no podían ser más indicadas para celebrar Hanukkah: azul metálico. El presidente también quiso hacer un guiño a los colores de la festividad judía con la intensidad del azul en su corbata.

El vestido azul palabra de honor, drapeado y con organza en la falda es de Vera Wang.