El derecho por la educación pública y de calidad sigue siendo una de las máximas preocupaciones en las calles de Chile. Como líder de la causa, hace ya meses que Camila Vallejo se ha convertido en un nuevo icono de la revolución: sin pipa de fumar, ni barba, ni pistola; su seña es un piercing de plata en la nariz. La joven estudiante de 23 años de edad ha demostrado su valía pero también sus dotes comunicativas: medio mundo habla de su mensaje, el verbal y el no verbal. Atractiva, su imagen casual no permite incoherencias entre su estética y su ideología.

Ya normalizado en sociedad, pocas figuras políticas aparecen con piercings. Ella se lo puede permitir.

No le asusta optar por camisetas ajustadas que evidencian su espléndida silueta. El color rojo es frecuente.

Los jeans son esenciales para una estudiante. Más cuando hay que enfrentarse a la policía. Por supuesto, nada de bolsos: las riñoneras son mucho más prácticas.
CREO QUE LA VERDADERA IMPORTANCIA ES SU ACTUAR FRENTE A TODOS LOS ABSURDOS DE LOS POLITICOS TRADICIONALES… a ella en realidad leinteresa e importa el bien comun…