El príncipe Alberto de Mónaco ha contribuido a recaudar fondos para una asociación tailandesa. Zambullirse en el agua congelada en pleno mes de diciembre tiene narices pero ponerse ese bañador, también. De estilo hawaiano, su colorido traje de baño dejaba al descubierto su figura. En particular, ese ombligo hacia fuera. Se confirma que el chico no ha heredado la elegancia de la madre.
Una de dos; o el pobre no tiene para bañadores, o es que quería destacar