La primera dama estadounidense y sus dos hijas acudieron a uno de los partidos que se jugaron ayer en el Open de EEUU. Michelle Obama dejó claro que no se anda con chiquitas, por lo menos cuando se trata de un partido de tenis. Con un pantalón elástico negro de entrenamiento y una chaqueta de deporte blanca, la esposa del presidente Obama demostró su dominio de la raqueta.