«Para el próximo libro, querida, Chávez ya no llega», me comentó el otro día mi editor. Pero pese al futuro incierto (o más cierto que nunca) que le aguarda al presidente de Venezuela, como candidato a las elecciones del 7 de octubre, sigue haciendo lo que mejor se le da: populismo. Ayer llevaba camisa azul (será para joder a Capriles -perdón por lo de «joder» pero he visto que alguna diputada del PP ya lo recoge oficialmente en el diccionario político español-), bufanda amarilla y boina roja. Sin embargo, el tricolor ya no es exclusivo de la izquierda. El líder opositor también se ha convertido en hombre bandera. Pero pese a sus esfuerzos por agradar, los seguidores de Chávez advierten que Capriles no lleva las ocho estrellas y lo interpretan como un grave insulto a la patria. La derecha, ya ha respondido: que cuenten los botones blancos de la camisa.
No entiendo lo de los botones blancos……