Berlusconi: "Yo tampoco estoy nada mal"

Con tal declaración y argumento, el primer ministro italiano de 72 años asegura no envidiar los abdominales de su amigo José María Aznar. Tras pasar por una clínica de adelgazamiento durante los primeros días de sus vacaciones, Berlusconi ha revelado su dieta secreta: ni alcohol, ni pasta, ni pan, ni arroz.

Vestida con un precioso vestido blanco de diseño exclusivo y una amplia sonrisa de felicidad. Como emplazamiento, el jardín de mis tíos (aunque mi tía insista en que allí no caben más de diez personas). Ante la atenta mirada de las personas que me han querido y mimado incondicionalmente todos estos años (una docena), bailo por primera vez con mi elegante recién marido al son del viejo tocadiscos de casa que tararea el Fly me to the moon de Frank Sinatra mientras los demás siguen consumiendo exquisitos manjares (la empanada gallega y el pastel de galletas de mi madre acompañado de un licor muy familiar). Por supuesto, pese a la rareza del sueño de mi boda, Berlusconi no aparece por ninguna parte. Lo digo porque el primer ministro italiano fue padrino de boda de Ana Aznar y Ana Agag. Si me apuran, invito a Loquillo, pero sólo para restarle el punto ñoño al enlace y darle el gusto a mis pies.

Debe ser por esa relación tan estrecha con la familia Aznar, que Silvio Berlusconi asegura no envidiar las abdominales que el ex presidente del gobierno español ha lucido este verano en Cerdeña. El primer ministro italiano, de 72 años, considera que él también está bien.Aznar (de 56 años) «tiene más tiempo libre que yo. La envidia es un sentimiento que nunca he conocido. Y además, yo tampoco estoy nada mal», afirma el mandatario italiano en una entrevista que se publica hoy en la revista italiana Chi. En ella, Berlusconi, que en la primera parte de sus vacaciones acudió a una clínica de adelgazamiento para someterse a tratamiento, habla de la dieta que sigue para perder algunos kilos de más y para acercarse a los esculpidos abdominales que el ex presidente español lució durante sus vacaciones en la isla italiana de Cerdeña. Señores, apunten: «No bebo nunca alcohol. Me he reducido la dosis de pan, la pasta y el arroz. Estoy en el buen camino para volver a estar en forma».  

En fin, quizá como padrino de nadie ni de nada tenga mucho futuro pero como cartel publicitario de Naturhouse, Silvio Berlusconi está ganando puestos.

150 150 Patrycia Centeno