Era un día feliz profesionalmente para los tres. Uno de aquellos días en que ves clara la línea de meta. Y de repente, se comenta la polémica sobre la imagen de dos etarras vestidos con la camiseta de la selección española de fútbol. ¿Esto es “política” y moda?
Mientras admirábamos la crónica sobre la detención de dos etarras en Girona, le pregunto al autor de la pieza sobre la fotografía que acompaña su escrito. “¡Política y Moda!”, exclamo. “No, no… Esto no es política”, me recrimina. A la conversación se une una directora de cine: “Sí, sí que lo es”. Nos referimos a la imagen de los dos etarras vestidos con una camiseta de la selección española.
Política y Moda, ideología y moda, sectas y moda, negocio y moda… Quizá, ¿todo? Lo que está más que claro es que el entorno de ETA ha quedado retratado por un estilismo concreto. Es así, como en el programa de humor de la televisión vasca, Vaya Semanita, a los «Batasunis» siempre se les presenta como jóvenes en tejanos, camisetas a rayas o jerséis gruesos de lana, pañuelo palestino y pendiente para ellos. Las rastas o las greñas también son una seña del estilismo.