Ayer fueron asesinadas 63 personas más en Siria. Mientras la jornada se teñía de rojo, el enviado de la ONU y de la Liga Árabe, Kofi Annan, intentaba que Al Asad entrara en razón. Pero el déspota ni entiende ni quiere entender. La foto de la reunión me indigna. A sabiendas que el dictador prefiere el traje diplomático occidental, quizá hubiera sido una buena ocasión para demostrar que los demócratas hemos avanzado mucho más y nos diferenciamos también con nuevas vestimentas igual de poderosas. Me preguntaréis cómo debía haber vestido Annan y os diré que el lino o el algodón (tejidos naturales) blanco hubiera sido magnífico. O quizá, si lo prefiere, completamente de negro (también la camisa, en señal de luto). Por lo menos, a simple vista, advertiríamos al demonio.