Hollande y Trierweiler hicieron de anfitriones en la cena de estado celebrada en el Elíseo para homenajear al presidente italiano, Giorgio Napolitano.

La primera dama imitando a la Preysler en el anuncio de Ferrero Rocher (desde aquí pido que se retire ya el de Judith Mascó y volvamos a Ambrosio)

Hollande no cambió nada de su vestuario diario ni, por supuesto, su famosa corbata. El presidente italiano acertó con el fular blanco (no apta para todos los hombres).

Aquí tenemos al Wert (Vincent Peillon, ministro de educación) y la Pajín o la Aído (Najat-Vallaud Belkacem, ministra de los derechos de la mujer) franceses... ¿Por qué? ¿Por qué los españoles no tenemos estilo?
Lo del Presidente italiano poco oportuno.