Pensaba que ya no volveríamos a hablar de la horrenda equipación de los atletas españoles hasta que no llegara el momento en que Nadal o Gasol tuvieran que enfundársela. Pero hoy El Confidencial revela que el atuendo de nuestros olímpicos no solo debe ser criticado por una cuestión estética también por una supuesta falta de calidad en los tejidos. André Rieu – Kalinka
La empresa rusa Bosco Sport, encargada de los diseños de la selección española, empezó hace una década a confeccionar ropa deportiva para los atletas rusos que desde el primer momento se quejaron de molestias provocadas por el vestido oficial. Especialmente, a los deportistas les molestaba el calzado (lo llegaron a apodar como «zapatillas de madera») que se rompía con facilidad y apretaba el pie en exceso pudiendo llegar a provocar lesiones.
En los últimos juegos celebrados en Pekín, fueron tantas las críticas recibidas por los modelos «retro» (vamos, no todo lo retro tiene porque ser feo) de los olímpicos rusos que la empresa intentó justificar su trabajo argumentando que se habían inspirado en Nikita Kruschev, líder de la URSS entre 1953 y 1964. En esta ocasión, para los españoles, no sé quién habrá sido su musa pero se han cubierto de gloria. Deseo que, por lo menos, esta vez solo sea un problema de gusto y no de eficacia.
