A Tony Blair le ha costado 12 años pedir disculpas por la guerra de Irak. En una entrevista a la CNN, que se emitirá mañana lunes, el ex primer ministro británico también ha reconocido que se basaron en datos «erróneos» de Inteligencia para apoyar la intervención militar. Pese a verbalizar «perdón», su rostro (ojos, cejas y boca) no acredita tal sentimiento de culpa.
- Defensa. Sus ojos y su boca se abren para justificarse, desea excusarse.
- Enfado. Cierra los ojos y la boca. Las facciones se endurecen. Se molesta.
- Odio. Facciones muy cerradas y agresivas (enseña los dientes). Resentimiento interno por haber fallado pero ningún rastro de pena o empatía con el sufrimiento generado.