La primera dama francesa ha escandalizado a los ingleses. Ni su desnudo en Interviú, ni su repentino matrimonio con el presidente francés, Nicolas Sarkozy; no llevar sujetador a una cena de gala ha provocado las críticas del país británico.
El pasado 3 de marzo, Carla Bruni apareció con un ceñido vestido de Roland Mouret a la recepción que su esposo ofrecía en el Elíseo al mandatario ruso Dimitri Medvedev. Estaba perfecta, como siempre. Tanto que su marido no pudo evitar posar su mano en el trasero de su esposa, algo que ya es costumbre. Y quizá fue tal caricia o el frío lo que provocaron que los pezones de Bruni hicieran acto de presencia. ¿Y qué? Pues eso dice una, harta de llevar sujetadores, sostenes o artilugios similares (las mujeres sabias insisten en que si no los utilizas se te caen los pechos…), entiendo perfectamente la liberación de la primera dama francesa.
Pero los británicos (expertos ellos en el tema de vestir con gusto…) no han dudado en criticar tal falta de decoro con la que Bruni asistió a un acto oficial en el que hay que respetar escrupulosamente el protocolo. Con el titular “Ooh lala, Where is her bra?” (¿Dónde está su sujetador?), el diario The Sun empezaba la guerra. Los galos no dudaron en defender el honor de uno de sus símbolos más noveles y la prensa nacional se apresuró en argumentar que Bruni no enseñaba nada y que tampoco hubiera mostrado nada que no se hubiera visto antes cuando posó desnuda para la revista Interviú en 1996.
Por otra parte, hay algunas que se pueden permitir ir sin sujetador. Y, sin duda, la primera dama de Francia es una de ellas.
yo diría que si los lleva, pero aun así las mujeres tienen pezones.